martes, 30 de septiembre de 2008


Se cuenta una historia de una familia pobre que tenía la facultad de tomar todas las cosas por su lado positivo. Una mujer rica se interesó por ayudarlos.

Un día la visitó un vecino de la familia pobre y le dijo a la señora que no les ayudara porque la estaban engañando.

- Los niños de aquella familia siempre comen cosas deliciosas, lujos que ni yo puedo permitirme - dijo el vecino.

La mujer rica fue a visitar esta familia al mediodía. Estaba parada junto a la puerta, a punto de llamar, cuando oyó que una de las niñitas le preguntaba a otra:

- ¿Te vas a servir carne con puré hoy?

- No, creo que comeré pollo asado - respondió la otra niña.

Al oír eso la mujer golpeó la puerta y entró inmediatamente.

Vio a las dos niñas sentadas a la mesa en la que habían unas pocas rebanadas de pan seco, dos papas frías, un jarro de agua y nada más.

A sus preguntas contestaron que imaginaban que su pobre comida era toda suerte de manjares y el juego hacía que la comida les fuera un verdadero festín.

- Usted no sabe lo delicioso que es el pan cuando una lo llama torta de frutillas.

- Pero es mucho más rico si lo llamas helado de crema - dijo la otra niña.

La señora rica salió de allí con una nueva idea de lo que significa el contentamiento.

Descubrió que la felicidad no está en las cosas, si no en los pensamientos y nuestra actitud ante las cosas, No pidamos que cambie nuestra suerte, pidamos ser transformados nosotros. Entonces, veremos que hay bendiciones que nos aguardan en la situación que nos ha correspondido.
Comentario Personal: En eso radica la felicidad, no la busquemos en otro lado sino dentro de nosotros mismos. Meli

sábado, 27 de septiembre de 2008

Maravillosa Mujer


Dicen que, a cierta edad, las mujeres nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina, y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.

Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable, pero nunca fui tan consciente de mi existencia como ahora; nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento de mi vida.

Descubrí que no soy una princesa de cuento de hadas; descubrí al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas.

Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, de equivocarme, de hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demás. Y, a pesar de ello, quererme mucho.

Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui en el pasado… sonrío a la que soy HOY…. me alegro del camino andado, y asumo mis contradicciones.

Siento que debo saludar, a la joven que fui, con cariño, pero dejarla “a un lado”, porque ahora me estorba. Su mundo de ilusiones y fantasía ya no
me interesa.

¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente que produce correr tras los sueños!

La vida es tan corta y el oficio de vivirla es tan difícil, que cuando uno comienza a aprenderlo, ya hay que morirse.

El ser humano tarda mucho en madurar, ¿verdad? TENER-RETENER. Las realidades más grandes y más bellas tanto más las tendrás cuanto menos las poseas y retengas.

Si quieres tener el mar, contémplalo, y abre tus manos en sus aguas, y todo el mar estará en ellas. Porque si cierras tus manos para retenerlo, se quedarán vacías.

Si quieres tener un amigo peregrino, déjalo marchar y lo tendrás… porque si lo retienes para poseerlo, lo estarás perdiendo, y tendrás un prisionero.

Si quieres tener el viento, extiende tus brazos, abre tus manos y todo el viento será tuyo, porque si quieres retenerlo, te quedarás sin nada.

Si quieres tener a tu hijo, déjalo crecer, déjalo partir y que se aleje… lo tendrás maduro a su regreso, porque si lo retienes poseído,lo pierdes para siempre.

Si quieres tener el sol y gozar de su luz maravillosa, abre los ojos y contempla… porque si los cierras para retener la luz que ya alcanzaste, te quedarás a oscuras.

Si quieres vivir el gozo de Tener, libérate de la manía de poseer y retener. Goza de la mariposa que revolotea, goza del río que corre huidizo.

Goza de la flor que se abre cara al cielo. Goza teniendo todo, sin poseerlo y sin retenerlo.

Sólo así gozarás de la vida, sabiendo que la tienes sin poseerla, y dejándola correr sin retenerla.
Comentario Personal: Ojala que cuando pasen los años, si Dios me los da, pueda decir esto, pueda sentirme llena, algo puedo decir hoy y con seguridad, me educan en libertad de criterio y espiritu y soy libre, que es una de las cosas mas importantes y preciadas que puede tener el ser humano. Y las cosas hay que tenerlas pero no poseerlas o retenerlas porque desaparecen. Gracias a los que comentan. Besos, Meli

sábado, 20 de septiembre de 2008

Un relato sobre el amor


Se trata de dos hermosos jóvenes que se pusieron de novios cuando ella tenía trece y él dieciocho. Vivían en un pueblito de leñadores situado al lado de una montaña. Él era alto, esbelto y musculoso, dado que había aprendido a ser leñador desde la infancia. Ella tenía el pelo muy largo, tanto que le llegaba hasta la cintura y tenía unos ojos preciosos.
La historia cuenta que habían noviando con la complicidad de todo el pueblo. Hasta que un día, cuando ella tuvo dieciocho y él veintitrés, el pueblo entero se puso de acuerdo para ayudar a que ambos se casaran.
Les regalaron una cabaña, con una parcela de árboles para que él pudiera trabajar como leñador. Después de casarse se fueron a vivir allí para la alegría de todos, de ellos, de su familia y del pueblo, que tanto había ayudado en esa relación.
Y vivieron allí durante todos los días de un invierno, un verano, una primavera y un otoño, disfrutando mucho de estar juntos. Cuando el día del primer aniversario se acercaba, ella sintió que debía hacer algo para demostrarle a él su profundo amor. Pensó hacerle un regalo que significara esto. Un hacha nueva relacionaría todo con el trabajo; un pulóver tejido tampoco la convencía, pues ya le había tejido pulóveres en otras oportunidades; una comida no era suficiente agasajo...
Decidió bajar al pueblo para ver qué podía encontrar allí y empezó a caminar por las calles. Sin embargo, por mucho que caminara no encontraba nada que fuera tan importante y que ella pudiera comprar con las monedas que, semanas antes, había ido guardando de los vueltos de las compras pensando que se acercaba la fecha del aniversario.
Al pasar por una joyería, la única del pueblo, vio una hermosa cadena de oro expuesta en la vidriera. Entonces recordó que había un solo objeto material que él adoraba verdaderamente, que él consideraba valioso. Se trataba de un reloj de oro que su abuelo le había regalado antes de morir. Desde chico, él guardaba ese reloj en un estuche de gamuza, que dejaba siempre al lado de su cama. Todas las noches abría la mesita de luz, sacaba del sobre de gamuza aquel reloj, lo lustraba, le daba un poquito de cuerda, se quedaba escuchándolo hasta que la cuerda se terminaba, lo volvía a lustrar, lo acariciaba un rato y lo guardaba nuevamente en el estuche.
Ella pensó: "Que maravilloso regalo sería esta cadena de oro para aquel reloj." Entró a preguntar cuánto valía y, ante la respuesta, una angustia la tomó por sorpresa. Era mucho más dinero del que ella había imaginado, mucho más de lo que ella había podido juntar. Hubiera tenido que esperar tres aniversarios más para poder comprárselo. Pero ella no podía esperar tanto.
Salió del pueblo un poco triste, pensando qué hacer para conseguir el dinero necesario para esto. Entonces pensó en trabajar, pero no sabía cómo; y pensó y pensó, hasta que, al pasar por la única peluquería del pueblo, se encontró con un cartel que decía: "Se compra pelo natural". Y como ella tenía ese pelo rubio, que no se había cortado desde que tenía diez años, no tardó en entrar a preguntar.
El dinero que le ofrecían alcanzaba para comprar la cadena de oro y todavía sobraba para una caja donde guardar la cadena y el reloj. No dudó. Le dijo a la peluquera:
- Si dentro de tres días regreso para venderle mi pelo, ¿usted me lo compraría?
- Seguro - fue la respuesta.
- Entonces en tres días estaré aquí.
Regresó a la joyería, dejó reservada la cadena y volvió a su casa. No dijo nada.
El día del aniversario, ellos dos se abrazaron un poquito más fuerte que de costumbre. Luego, él se fue a trabajar y ella bajó al pueblo.
Se hizo cortar el pelo bien corto y, luego de tomar el dinero, se dirigió a la joyería. Compró allí la cadena de oro y la caja de madera. Cuando llegó a su casa, cocinó y esperó que se hiciera la tarde, momento en que él solía regresar.
A diferencia de otras veces, que iluminaba la casa cuando él llegaba, esta vez ella bajó las luces, puso sólo dos velas y se colocó un pañuelo en la cabeza. Porque él también amaba su pelo y ella no quería que él se diera cuenta de que se lo había cortado. Ya habría tiempo después para explicárselo.
Él llegó. Se abrazaron muy fuerte y se dijeron lo mucho que se querían. Entonces, ella sacó de debajo de la mesa la caja de madera que contenía la cadena de oro para el reloj. Y él fue hasta el ropero y extrajo de allí una caja muy grande que le había traído mientras ella no estaba. La caja contenía dos enormes peinetones que él había comprado... vendiendo el reloj de oro del abuelo.

Si ustedes creen que el amor es sacrificio, por favor, no se olviden de esta historia. El amor no está en nosotros para sacrificarse por el otro, sino para disfrutar de su existencia.

Comentario Personal: Hoy dejo este texto porque creo que refleja lo que significa el verdadero amor, cuando se ama verdaderamente no se miden las consecuencias de lo que hacemos por el ser amado. Besos. Meli

martes, 16 de septiembre de 2008

El rey


Erase una vez en el país de las mil y una noches...

En este país había un rey que era muy polémico por sus acciones, tomaba a los prisioneros de guerra y los llevaba hacia una enorme sala. Los prisioneros eran colocados en grandes hileras en el centro de la sala y el rey gritaba diciéndoles:

Les voy a dar una oportunidad, miren el rincón del lado derecho de la sala...

Al hacer esto, los prisioneros veían a algunos soldados armados con arcos y flechas, listos para cualquier acción.

Ahora, -continuaba el rey- miren hacia el rincón del lado izquierdo...

Al hacer esto, todos los prisioneros notaban que había una horrible y grotesca puerta negra, de aspecto dantesco, cráneos humanos servían como decoración y el picaporte para abrirla era la mano de un cadáver.....

En verdad, algo verdaderamente horrible solo de imaginar, mucho más para ver.

El rey se colocaba en el centro de la sala y gritaba:

Ahora escojan, ¿qué es lo que ustedes quieren? Morir clavados por flechas o abrir rápidamente aquella puerta negra mientras los dejo encerrados allí? ahora decidan, tienen libre albedrío, escojan...

Todos los prisioneros tenían el mismo comportamiento: a la hora de tomar la decisión, ellos llegaban cerca de la horrorosa puerta negra de más de cuatro metros de altura, miraban los cadáveres, la sangre humana y los esqueletos con leyendas escritas del tipo: "viva la muerte" y decidían:

«Prefiero morir flechado»... Uno a uno, todos actuaban de la misma forma, miraban la puerta negra y a los arqueros de la muerte y decían al rey:

«Prefiero ser atravesado por flechas a abrir esa puerta y quedarme encerrado»

Millares optaron por lo que estaban viendo: la muerte por las flechas.

Un día, la guerra terminó, pasado el tiempo, uno de los soldados del "pelotón de flechas" estaba barriendo la enorme sala cuando apareció el rey.

El soldado con toda reverencia y un poco temeroso, preguntó:

«Sabes, gran rey, yo siempre tuve una curiosidad, no se enfade con mi pregunta,pero... ¿qué es lo que hay detrás de aquella puerta negra?»

El rey respondió...

«¿Recuerdas que a los prisioneros siempre les di la opción de escoger?

Pues bien...ve y abre esa puerta negra.» El soldado, temeroso, abrió cautelosamente la puerta y sintió un rayo puro de sol, besar el suelo de la enorme sala, abrió un poco más la puerta y más luz y un delicioso aroma a verde llenaron el lugar.

El soldado notó que la puerta negra daba hacia un campo que apuntaba a un gran camino.

Fue ahí que el soldado se dio cuenta de que la puerta negra llevaba hacia la Libertad...

Todos tenemos una puerta negra dentro de nuestra mente.

Para algunos, la puerta negra es el miedo a lo desconocido, para otros, es una persona difícil, tal vez para otros es una frustración, ya sea miedo a relacionarse o miedo a ser rechazado, miedo a innovar o miedo a cambiar, miedo a volar más alto...

Para algunos la puerta negra es la inseguridad porque la falta de preparación lo atemoriza, o una traba imaginaria que la inseguridad de la vida fabricó durante su educación o su crianza.

Pero si tú puedes perder, también puedes vencer. Si das un paso más allá del miedo, vas a encontrar un rayo de sol entrando en tu vida...

«Abre esa puerta negra y deja que el sol te inunde...».

Comentario Personal: Yo elijo la puerta negra, estoy en una etapa de cambio en mi vida y a veces tengo varias puertas negras que me atormentan pero hay que salir adelante y afrontar la vida, pase lo que pase es mejor vencer a la vida, que dejar que esta termine con vos, lo voy a lograr! Besos y gracias a los que comentan Meli

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Jean Marcel


En la Clínica de un famoso Cirujano Cardiovascular, entra la secretaria y le anuncia que un viejito, muy pobre, deseaba consultarle, recomendado por un médico del hospital público.

-El doctor dice que lo atenderá una vez que haya atendido a todos los clientes particulares o con órdenes médicas.

Después de 2 horas de espera, el médico recibe al anciano y éste le explica la razón de su visita:

- El médico del hospital público me ha enviado a Ud. porque únicamente un médico de su prestigio podría solucionar mi problema cardíaco y en su clínica poseen los equipos necesarios para llevar a cabo esta operación.

El médico ve los estudios y coincide con el colega del hospital. Luego, pregunta al anciano que institución del estado o empresa de seguros le costearía la operación. Este le contesta:

- “Ahí está el problema doctor yo no estoy respaldado por ninguna de estas instituciones y tampoco dinero. Como verá, soy muy pobre y para peor, sin familia. Lo que pido, se que es mucho, pero tal vez entre sus colegas y usted puedan ayudarme…

El médico no lo dejó terminar la frase. Estaba indignado con el colega del hospital. Lo envió de regreso con una nota explicándole que su “Clínica era Privada y de mucho prestigio, por lo tanto no podía acceder a su pedido.” El había estudiado y trabajado duro estos años para instalar su clínica y ganar el prestigio y los bienes que tenía.

Cuando el anciano se retiró. El médico se percató que había olvidado un carpeta con unas poesías y una frase suelta que le llamó mucho la atención. La frase decía:

“El órgano que mejor habla es el corazón” y firmaba Jean Marcel. Esta frase le gustó mucho al médico, pero lo que más le gustó fue el nombre del autor de ella: Jean Marcel. Le hacía recordar su niñez y juventud, pues en la primaria, la maestra les leía sus hermosos cuentos.

En la secundaria, la profesora de Literatura les enseñaba bellísimas poesías y fue con una de ellas que, al dedicarle a una de sus compañeras, se enamoró y esta fue su primera novia.

“¿Como olvidar todo eso si fue parte de lo mejor de su infancia?”

A la semana siguiente, al final de la tarde, la secretaria entró con el periódico vespertino y compungida le dijo al médico:

- Se enteró Dr.? Hoy encontraron muerto a Jean Marcel en un banco de la plaza, tenía 88 años el pobre.

El médico suspiró de pena y contestó

- Hombres como él no deberían morir, que Dios lo tenga en Paz, me hubiera gustado conocerlo.

- Pero, ¿no lo recuerda? le dice la secretaria; y mostrándole la foto del periódico le dice, - era el viejito que vino la semana pasada a consultarle. Era un conocido escritor, solitario y bohemio. No tenía parientes y…..

El médico no la dejó terminar. Le pidió que se retirara y sentándose con los brazos cruzados en el escritorio, lloró y lloró como nunca lo había hecho, como el niño que llevaba escondido en su alma.

Largo tiempo estuvo en el silencio de su consultorio. Luego, que secó las lágrimas de su escritorio, levanto sus ojos como buscando a Dios mientras decía

- Perdón Señor, no soy digno de ti, no soy digno de que me mires. Todo lo que tengo te lo debo. Me enviaste a un pobre y me habló con la voz del corazón. Yo lo escuche con el oído del egoísmo… mi vergüenza es grande… Perdóname Señor porque no te atendí…

Con el correr de los años, la “Clínica Jean Marcel”, como se llama desde entonces, se hizo muy famosa. El médico habilitó una sección para la atención de los pacientes sin ordenes médicas y él personalmente practica las operaciones.

Es necesario entender que Dios nos presenta la oportunidad de servirle generalmente en las personas mas necesitadas, y que no necesariamente nos vamos a enterar anticipadamente del momento de su visita, ni de la forma o apariencia suya. Esta es la vida realmente, tender la mano al que lo requiere y cuando lo necesite.

Lo otro es encerrarnos en nosotros mismos, pensar solo en lo que nos agrada y ser indiferentes al mal del prójimo, eludiendo así nuestra verdadera vida o responsabilidad.

“La vida no es lo que planificamos sino lo que sucede”

Nauj Soleg

Comentario Personal: Es simple, para mi no hay salvación si no es con todos. Gracias a los que comentan. Meli

sábado, 6 de septiembre de 2008

El gusano y el escarabajo


Un gusano y un escarabajo eran amigos y se pasaban charlando largas horas.

El escarabajo estaba consciente de que su amigo el gusano era muy limitado en movilidad, tenia visión muy restringida y era muy tranquilo y pasivo comparado

con los escarabajos.

El gusano, por su parte, estaba muy consciente de que su amigo el escarabajo venia de otro ambiente, y de que, en comparación con los gusanos de su especie,

comía cosas desagradables, era muy acelerado, tenia una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.

Un día, la compañera de vida del escarabajo le cuestiono a este su amistad con el gusano, preguntándole como era posible que caminara tanto para ir al

encuentro de un ser tan inferior, un ser tan limitado en sus movimientos? y por que seguía siendo amigo de alguien que ni siquiera le devolvía los saludos

efusivos que el escarabajo le hacia desde lejos.

Pero el escarabajo estaba consciente de que, debido a lo limitado de su visión, el gusano muchas veces ni siquiera veía que alguien lo saludaba y, si acaso

llegaba a notarlo, no distinguía si era o no el escarabajo, y por ello no contestaba el saludo.

Sin embargo, el escarabajo callo para no discutir con su compañera.

Fue tanta la insistencia de la escarabaja y tantos sus argumentos cuestionando la amistad que su compañero mantenía con el gusano que el escarabajo decidió

poner a prueba esa amistad alejándose del gusano para esperar a que este lo buscara.

Paso el tiempo, y un día llego la noticia de que el gusano estaba muriendo, pues su organismo se había resentido por los esfuerzos que cada día hacia para

ir a ver a su amigo el escarabajo y, como no lo conseguía durante toda una jornada diurna, el gusano tenia que devolverse sobre sus pasos para pasar la

noche en el refugio de su propia casa.

Al saber esto, el escarabajo, sin preguntar a su compañera, decidió ir a ver al gusano.

En el camino se cruzo con varios insectos que le contaron de las diarias e infructuosas peripecias del gusano para ir a ver a su amigo el escarabajo y

averiguar que le había pasado.

Le contaron de como se exponía día a día para ir a buscarlo, pasando cerca del nido de los pájaros. De como sobrevivió al ataque de las hormigas y así

sucesivamente.

Llego el escarabajo hasta el árbol donde yacía el gusano esperando ya el momento final.

Y al verlo a su lado, el gusano, apenas con un hilo de vida, le dijo al escarabajo cuanto le alegraba ver que se encontrara bien.

Sonrió por ultima vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado a este.

El escarabajo sintió vergüenza por haber permitido que las opiniones de otros minaran su amistad con el gusano y sintió dolor por haber perdido las muchas

horas de regocijo que las platicas con su amigo le proporcionaban y, sobre todo, por haberle puesto en una situación que le causo la muerte.

Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que el era, era su amigo, a quien respetaba y quería porque, a

pesar de pertenecer a otra especie, le había ofrecido su amistad.

Y así el escarabajo aprendió varias lecciones ese día:

Primera:

La amistad esta en ti y no en los demás.

Si la cultivas en tu propio ser, encontraras el gozo del amigo.

Segunda:

El tiempo no condiciona las amistades.

Tampoco lo hacen las razas ni las limitantes propias o las ajenas.

Tercera:

El tiempo y la distancia no son los factores que destruyen una amistad. La

destruyen las dudas y nuestros temores.

Cuarta:

Cuando pierdes un amigo, una parte de ti se va con el. Las frases, los gestos,

los temores, las alegrías, las ilusiones. Todo lo que ambos compartieron en el

tiempo, se va con el.

El escarabajo murió poco después. Nunca se le escucho quejarse de quien mal lo aconsejó, pues fue decisión suya el prestar oídos a las criticas sobre su

amigo.

Si tienes un amigo no pongas en tela de juicio lo que el es, pues sembrando dudas cosecharas temores.

No te fijes demasiado en como habla, cuanto tiene, que come o que hace, pues con ello estarás echando en saco roto tu confianza.

Reconoce la riqueza de quien es diferente a ti y, aun así, esta dispuesto a compartir contigo sus ideales y temores.

La esencia del gusano y el escarabajo se volvieron una sola en el plano mas allá de esta vida.

No se si eres el gusano y yo el escarabajo, o al revés, pero seguro que somos distintos y que nos movemos en planos diferentes.

Yo, aunque sea gusano, te seguiré buscando día a día; pero si fuera escarabajo, no prestare oído a las criticas, vengan de donde vengan.

Si fuera gusano, ignorare lo grotesco que me puedas parecer.

Si fuera escarabajo, haré uso de mis habilidades para servirte.

Dijo la Madre Teresa de Calcuta:

“Voy a pasar por esta vida una sola vez; por eso cualquier cosa buena que yo pueda hacer, o alguna amabilidad que pueda hacer a algún ser humano, debo

hacerla ahora, porque no pasare de nuevo por aquí".

Comentario Personal: Hoy dejo este texto, porque me parece que la amistad si es verdadera nunca se deja llevar por opiniones ajenas o adversas. La verdadera amistad es esa que solamente se fija en la esencia de las personas y no en su apariencia o sus limitaciones. Yo en el lugar del gusano hubiera intentando recuperar a mi amigo por sobre todas las cosas, y en el lugar del escarabajo jamas hubiera escuchado opiniones ajenas, en una amistad son solo dos personas, dos personas que saben lo que sienten el uno por el otro, dos personas que comparten recuerdos, ilusiones, tristezas, alegrías y por eso nadie tiene derecho a opinar sobre los amigos. Al amigo búscalo amigo, no perfecto.

PD: El comentario de la Madre Teresa es mi pensamiento, asi de simple. Meli